RESERVA NATURAL Y CULTURAL "EL SALADERO"

A 100 km de la Ciudad de Buenos Aires, a 50 km de La Plata, y con fácil acceso por pavimento, El Saladero ofrece una alternativa para los amantes de lo agreste, de la vida en refugios, del senderismo y del paisaje no antropizado.
Algunas construcciones aisladas de madera o parcelas naturales para acampe, posibilitan una respetuosa estadía en tranquilidad y naturaleza.
Esta Reserva Natural y Cultural, en la cercanías del histórico pueblo de Atalaya, cuenta con alrededor de 80 hectáreas de bosque nativo, selva ribereña, pastizal pampeano, bañados, costa sobre el Arroyo Atalaya y playas de sustrato franco arenoso sobre el Río de La Plata.

El buen estado de preservación de los distintos ambientes permite apreciar la nutrida flora y fauna típicas de la ribera rioplatense.

Además de la variedad paisajística y diversidad biológica, en la propiedad funcionó a fines del Siglo XIX el Saladero “Podestá”, del que aún se conservan dos casas de madera y otros vestigios del establecimiento.

En el 2007, mediante la firma de un convenio con la Fundación de Historia Natural Félix de Azara, El Saladero ingresó al Programa de Reservas Privadas de dicha Fundación.


Además aquí se pueden realizar una extensa lista de actividades como ser senderismo avistaje de aves, canotaje-remo, pesca deportiva, tareas relativas al cuidado de la Reserva, cabalgatas, salidas en velero al Río de la Plata, cursos de timonel (Y.C.At.), balneario de Atalaya, pesca embarcada con guía, carnaval de Atalaya, recorrido histórico de Atalaya, recorrido histórico de Magdalena, balneario de Magdalena y Reserva de biosfera- Parque Costero del Sur.

En cuanto a las instalaciones podemos encontrar cabañas-vagones para huéspedes, un área de acampe, un natatorio para uso recreativo, muelle y bajada de lanchas, además de un bello balneario.

La integración armónica entre los distintos ecosistemas existentes en El Saladero permite vivenciar la naturaleza a su libre albedrío, sin diseños paisajísticos ni escenografías y experimentar, a quien guste o se atreva, sensaciones fuertes, sin intermediaciones, en un equilibrio dinámico y genuino.


Fuente: http://www.elsaladero.com.ar